Bonilla a la Vista es una churrería muy famosa en Coruña. Sus churros están deliciosos, tanto si los acompañas de chocolate como si te los tomas con un café con leche. Yo soy de las de café con churros.
Esta churrería es un clásico. Empezó su andadura en Ferrol en el año 1932. Después pasó a manos del hijo del fundador y ahora está la tercera generación al frente. Lamentablemente, aunque sus churros siguen siendo ricos, ya los hacen de una manera muy industrial. Tienen una nave en el polígono de la Grela donde practican la producción masiva.
Las patatas fritas son otro de sus productos estrella. Reconozco que me gustan mucho más sus churros. Me los tomo siempre sin azúcar. También los compro muchas veces para llevar para casa. Un desayuno o una merienda con churros gusta mucho en mi dulce hogar, sobre todo cuando están mi suegra y mi madre. Las dos son fans de las churrerías de Bonilla.
Reconozco que estas churrerías han mejorado su servicio de atención al cliente con el tiempo. Cuando yo era adolescente, no te vendían churros para llevar para casa. Tenías que comerlos en el local. Pero los tiempos han cambiado. Después de la pandemia, todos los locales de hostelería venden comidas y bebidas para domicilio.
Os recomiendo las churrerías Bonilla a la Vista. Son locales de tamaño mediano, muy bien limpios y con un trato agradable por parte de los empleados. De sus churros solo puedo decir maravillas. Son de esos churritos gruesos que da gusto comer. Las patatas fritas también están ricas, pero me quedo con los churros. No es la primera vez que entro en una churrería Bonilla y me doy un homenaje de seis churros con el café.
Estas churrerías son locales ideales para quedar con las amigas, sobre todo sin niños. Yo me siento en mi salsa en las reuniones de chicas que hacemos en una churrería Bonilla que está cerca de mi casa. Una conversación amenizada con unos cafés con churros es un placer.
Esta churrería es un clásico. Empezó su andadura en Ferrol en el año 1932. Después pasó a manos del hijo del fundador y ahora está la tercera generación al frente. Lamentablemente, aunque sus churros siguen siendo ricos, ya los hacen de una manera muy industrial. Tienen una nave en el polígono de la Grela donde practican la producción masiva.
Las patatas fritas son otro de sus productos estrella. Reconozco que me gustan mucho más sus churros. Me los tomo siempre sin azúcar. También los compro muchas veces para llevar para casa. Un desayuno o una merienda con churros gusta mucho en mi dulce hogar, sobre todo cuando están mi suegra y mi madre. Las dos son fans de las churrerías de Bonilla.
Reconozco que estas churrerías han mejorado su servicio de atención al cliente con el tiempo. Cuando yo era adolescente, no te vendían churros para llevar para casa. Tenías que comerlos en el local. Pero los tiempos han cambiado. Después de la pandemia, todos los locales de hostelería venden comidas y bebidas para domicilio.
Os recomiendo las churrerías Bonilla a la Vista. Son locales de tamaño mediano, muy bien limpios y con un trato agradable por parte de los empleados. De sus churros solo puedo decir maravillas. Son de esos churritos gruesos que da gusto comer. Las patatas fritas también están ricas, pero me quedo con los churros. No es la primera vez que entro en una churrería Bonilla y me doy un homenaje de seis churros con el café.
Estas churrerías son locales ideales para quedar con las amigas, sobre todo sin niños. Yo me siento en mi salsa en las reuniones de chicas que hacemos en una churrería Bonilla que está cerca de mi casa. Una conversación amenizada con unos cafés con churros es un placer.
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Después de empezar el día
con los churros y un café
me pongo en la cocina
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