Nunca había ido tan guapa a casa de mi suegra. El vestido de fiesta verde arrebatador resultó un arrebato de locura fashion. Me di cuenta cuando vi a todas las vecinas asomadas por las ventanas para ver mi modelito.
Al margen de la envidia que sintieron las envidiosas del barrio, he de destacar lo cómodo que me resultó para comer las almejas. Al tener la manga de tres cuartos podía sujetar los mariscos sin mancharme.
Puse una servilleta sobre las piernas para evitar salpicaduras. Entonces me di cuenta de lo sexy que me quedaba. Se me había subido hasta las bragas al sentarme. Crucé las piernas para hacer un Sharon Stone.
Me gusta tanto este vestido que os lo recomiendo. Os dejo el link para que hagáis vuestros pedidos online.