LO MEJOR DE BERUBY

martes, 1 de julio de 2025

Mi vestido vintage de nido de abeja

Hay prendas que parecen sacadas directamente de una caja de recuerdos, de esas que guardan olores a naftalina, cartas con bordes doblados y fotos en blanco y negro. Y este vestido, francamente, es uno de esos tesoros. Muy vintage, muy antiguo, pero de esos que sabes que fueron creados con mimo y gusto, y que vuelven a estar de moda sin esforzarse. Es como si el tiempo le hubiera dado la vuelta a la manecilla del estilo y aquí está otra vez, listo para lucirse con orgullo.

La pieza en cuestión se caracteriza por un corpiño tipo nido de abeja, un detalle que enamora a primera vista. El fruncido no solo tiene ese aire artesanal que nos recuerda a los trajes de antaño, sino que además se adapta al cuerpo con una elegancia que ya casi no se ve. El color, un rosa de ceras (sí, ese tono de infancia, entre algodón de azúcar y crayón desgastado), le aporta delicadeza sin caer en lo empalagoso.

El escote es de esos que no pasan desapercibidos: pronunciado, sugerente, pero sin perder la compostura. Se sostiene gracias a unas finísimas cintas que se cruzan con gracia, dándole estructura sin robarle libertad. Y, para ser claros, hablamos de un palabra de honor en toda regla, aunque, como decimos por aquí, libre de juramentos: no necesitas prometer nada para sentirte fabulosa con él.

¿Te preocupa encontrarlo en otro color? No temas: la variedad está garantizada. Hay para las que aman los tonos pastel, para quienes prefieren arriesgar con un mostaza vibrante, y para las fieles al negro que nunca falla. Lo mismo ocurre con las tallas. Este vestido no discrimina: lo mismo le sienta bien a una veinteañera con ganas de jugar al retro, que a una abuela con estilo que se niega a pasar desapercibida.

Y es que no estamos hablando de una prenda cualquiera. No. Este vestido tiene historia, pero también se adapta al presente. Te lo puedes poner con unas sandalias planas para un paseo de domingo o con unos tacones atrevidos para una boda bohemia. Añade una chaqueta vaquera y tendrás el look perfecto para una cita de tarde. ¿Frío? Un cárdigan de punto y listo. Es versátil, cómodo y, sobre todo, especial.

En resumen: si quieres una prenda que llame la atención por su encanto atemporal, este vestido vintage de nido de abeja está esperando formar parte de tu armario. Porque no importa si tienes 15 o 75: lo verdaderamente importante es llevarlo con actitud.

COMPRA AQUÍ el vestido  vintage Nido de Abeja Lady Rosita: https://amzn.to/3T9LAOY