No es difícil salir airosa en la cocina si echas mano del Redondo de pollo Carloteña en su variedad de pollo al curry. Muchas amigas me preguntan la receta de mi famoso pollo al curry. Todavía no me he atrevido a contarles que mi famoso pollo es el Redondo de pollo Carloteña que compro en un supermercado. Lo venden en supermercados y en grandes superficies.
Es un pollo que te viene envasado en una bandeja de color blanco con un plástico transparente fuerte que te permite ver el pollo. Está sabroso. Mi truco es darle una pasada en la sartén con un untado de aceite de oliva refinado. Me queda que te chupas los dedos.
Yo siempre compro la variedad de pollo al curry. También venden pollo con queso de cabra y pollo con cebolla caramelizada. Esta última variedad no me gusta nada. La cebolla caramelizada le da un sabor demasiado dulce. Con queso de cabra queda como picante y no es nada sano para estómagos delicados. A mí se me hace una carne fuerte. En cambio, el pollo al curry de la marca Carloteña está delicioso. Por eso os lo recomiendo.
No es un pollo entero. Es un redondo de 250 gramos. Siempre compro dos bandejas. La semana pasada he tenido la suerte de encontrarlo de oferta. Lo vendían con un descuento de un 70% en la segunda unidad. Me salió la primera unidad a 2,70 euros y la segunda unidad a 0,81 euros. Echando cuentas llegas a la conclusión de que el kilo de pollo ya preparado cuesta 7,02 euros. No es que sea barato, pero, teniendo en cuenta el tiempo que ahorras y que no manchas nada la cocina, te compensa comprarlo.
Además, lo puedes tener en tu nevera para cuando lo necesites. Es una manera de tener comida preparada para cuando llegas a casa de tu trabajo o de tus viajes. A mí me salva la vida este Redondo de pollo Carloteña. En casa nos gusta a todos. También gusta a las visitas. Sólo mi suegra sabe que es un plato preparado, un pollo de supermercado, como lo llama. Será un pollo de supermercado, pero está que te chupas los dedos. Hay que darle un diez a los de la marca Carloteña.
Es un pollo que te viene envasado en una bandeja de color blanco con un plástico transparente fuerte que te permite ver el pollo. Está sabroso. Mi truco es darle una pasada en la sartén con un untado de aceite de oliva refinado. Me queda que te chupas los dedos.
Yo siempre compro la variedad de pollo al curry. También venden pollo con queso de cabra y pollo con cebolla caramelizada. Esta última variedad no me gusta nada. La cebolla caramelizada le da un sabor demasiado dulce. Con queso de cabra queda como picante y no es nada sano para estómagos delicados. A mí se me hace una carne fuerte. En cambio, el pollo al curry de la marca Carloteña está delicioso. Por eso os lo recomiendo.
No es un pollo entero. Es un redondo de 250 gramos. Siempre compro dos bandejas. La semana pasada he tenido la suerte de encontrarlo de oferta. Lo vendían con un descuento de un 70% en la segunda unidad. Me salió la primera unidad a 2,70 euros y la segunda unidad a 0,81 euros. Echando cuentas llegas a la conclusión de que el kilo de pollo ya preparado cuesta 7,02 euros. No es que sea barato, pero, teniendo en cuenta el tiempo que ahorras y que no manchas nada la cocina, te compensa comprarlo.
Además, lo puedes tener en tu nevera para cuando lo necesites. Es una manera de tener comida preparada para cuando llegas a casa de tu trabajo o de tus viajes. A mí me salva la vida este Redondo de pollo Carloteña. En casa nos gusta a todos. También gusta a las visitas. Sólo mi suegra sabe que es un plato preparado, un pollo de supermercado, como lo llama. Será un pollo de supermercado, pero está que te chupas los dedos. Hay que darle un diez a los de la marca Carloteña.
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