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jueves, 8 de junio de 2023

Lo que bebemos y comemos en mi casa



1

Nora Albariño es un vino blanco que gusta mucho en mi casa. Lo elaboran las Bodegas Viña Nora con gran acierto gracias a unas uvas que estaban en su punto óptimo de maduración.

Es un vino que te confunde con su aroma nada más abrir la botella. Lo catas y lo encuentras equilibrado y con un gran volumen en la boca. Lo saboreas un poquito y disfrutas su pico de acidez. La cremosidad hace que quieras seguir saboreándolo indefinidamente.

Una vez que lo tragas, te queda su saborcillo en la boca. Es un vino que invita a seguir tomando copas. No abuses. El alcohol es un mal compañero de viaje.

Este albariño se cría durante cuatro largos meses sobre lías en depósito de acero inoxidable. Excepto un 10% que crían en barricas de roble francés de varios usos. Estas barricas proporcionan a los vinos una gran capacidad de envejecimiento en buenas condiciones.

Os recomiendo el Vino Nora Albariño. Nosotros tenemos en casa el Nora da Neve y el Nora da Neve Encarnación. Este último procede de una parcela destinada a esta variedad en exclusiva por las características especiales del terreno.

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2

La Fanta Zero es un refresco que gusta mucho en mi casa y que beberíamos más si no fuera tan caro. Pese a no tener azúcares añadidos, tiene el precio por las nubes. Pagué esta semana 1,75 euros por la botella de dos litros.

Por eso suelo esperar a que haya oferta para llenar la despensa. Estos días lo tienen en el Eroski con un 50% de descuento en la segunda unidad. Te sale la segunda botella en 87 céntimos.

El envase de esta Fanta Zero tiene un diseño ergonómico para que no se te escape de las manos. Su hendidura hacia el fondo de la botella facilita sujetarla bien, aunque mejor se sujetaría si esa hendidura fuera un poquito más arriba. En todo caso, se agradece el intento de los diseñadores de la botella de hacernos la vida más fácil a las consumidoras y consumidores de Fanta Zero.

Yo compro este refresco siempre en su versión naranja. Está mucho más rico que en la versión limón. Al no ponerle más azucares que los naturalmente presentes, la bebida adquiere un sabor mucho más natural. Como dice mi marido, sabe a zumo de naranja exprimido en casa.

Pero no es lo mismo. El zumo de naranjas que compras en la frutería y exprimes con tu exprimidor en tu dulce hogar es mucho mejor que cualquier refresco. Las vitaminas que aporta un zumito nada tiene que ver con las vitaminas de laboratorio que meten en una bebida refrescante. En todo caso, hay que tener en cuenta el sabor que enamoran de este refresco.

Por eso os recomiendo esta Fanta Zero. Tiene un sabor rico y refrescante. Apaga mejor la sed que la Fanta con azúcares añadidos. También la noto más refrescante en mi paladar que los refrescos Zero de marcas blancas.

En mi casa solemos mezclarla con agua mineral para que nos dure más cada botella. Nos hemos acostumbrado al sabor aguado por pura necesidad del presupuesto doméstico. Os recomiendo también esta mezcla de fanta zero con agua. Resulta muy refrescante y consigues que una botella tarde más tiempo en acabarse.
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3

El snack de guisantes y arroz de la marca Eroski es uno de sus productos supuestamente de oferta solidaria. No está tan de oferta. La bolsita sólo trae 80 gramos y cuesta 1,15 euros.

Yo la he conseguido a 1,04 en un oferta que tenían para socios. Compré dos envases. Este snack gusta mucho a nuestras visitas por lo que tiene de novedoso. Todos dicen que es raro, pero lo devoran.

Nosotros lo devoramos menos. Mi marido, incluso, me ha pedido que deje de comprarlo. A él no le gustan los guisantes en ninguna versión y menos como ingredientes en un snack que también lleva arroz en su composición.

Hablando de sus ingredientes, que nadie piense que es un snack sanísimo por lo que le meten. No deja de ser un snack y los snacks son para picar de vez en cuando, pero no para alimentarse con ellos. Donde haya un buen plato de arroz con guisantes que nos quiten el snack. El sabor no es el mismo.

No quiero decir que tenga un sabor artificial, al contrario. Sabe muy a guisantes. Pero me recuerda tanto a los gusanitos de toda la vida que no logro verlos como un snack demasiado original. Debe ser que está todo inventado.

Lo que sí les inventaría es un envase más llamativo. Puesto que los cobran caros, podrían meterles una bolsa de plástico que te enamorara con unos colores llamativos. Le han puesto una bolsa trasparente con una discreta etiqueta Eroski.

Os los recomiendo. Son un snack que se salen de lo habitual. Por eso son ideales para enamorar a las visitas o para amenizar una tarde-noche de fútbol en casa. Es una pena que la bolsita sea tan pequeña. Los come una persona sola sin necesidad de repartir.

Yo suelo servirlos en platitos mezclados con otros snacks. Soy una ama de casa con muchos trucos para ahorrar dinero en alimentación.

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