Hay merluzas rebozadas congeladas que merecen muy la pena. Tal es el caso de la Antonio y Ricardo Merluza Rebozada que encuentras a vender en algunos supermercados.
La venden en envases de 320 gramos que traen 4 rodajas. Yo suelo servirla con una hamburguesa cuando estamos los cuatro para comer. Si está el niño de mi pareja, somos cinco y ya no nos llega un solo paquete.
La mayor ventaja que le encuentro a esta merluza es que le gusta a mis hijas. No tiene ni piel ni espinas. Es perfecta para una madre que no tiene mucha paciencia a la hora de desespinar el pescado para las niñas.
Para prepararlas las sacas del paquete y las fríes sin más. Yo le paso siempre un agua. Las pongo debajo del grifo. Una manía mía.
Tras vuelta y vuelta en la sartén están listas para servir. Tienen un sabor estupendo. No salen nada secas. Mi chico dice que no le saben a merluza, que sabe Dios que pescado nos meten en el envase. No me importa. Lo importante para mí es que nos gustan a mí y a las niñas. Yo las encuentro más jugosas que las rodajas de merluza fresca que compro algunas veces en la pescadería. A la merluza fresca siempre le tengo que poner una salsa de tomate para que sean más jugosas.
Casi siempre las frio en la sartén. También las puedes hacer en la freidora. Yo siempre las pongo sobre un trozo de papel de cocina para que le vaya chupando el aceite y no estén tan aceitosas.
Tiene un precio razonable. El último envase que compré me costó 2,79 euros.
La venden en envases de 320 gramos que traen 4 rodajas. Yo suelo servirla con una hamburguesa cuando estamos los cuatro para comer. Si está el niño de mi pareja, somos cinco y ya no nos llega un solo paquete.
La mayor ventaja que le encuentro a esta merluza es que le gusta a mis hijas. No tiene ni piel ni espinas. Es perfecta para una madre que no tiene mucha paciencia a la hora de desespinar el pescado para las niñas.
Para prepararlas las sacas del paquete y las fríes sin más. Yo le paso siempre un agua. Las pongo debajo del grifo. Una manía mía.
Tras vuelta y vuelta en la sartén están listas para servir. Tienen un sabor estupendo. No salen nada secas. Mi chico dice que no le saben a merluza, que sabe Dios que pescado nos meten en el envase. No me importa. Lo importante para mí es que nos gustan a mí y a las niñas. Yo las encuentro más jugosas que las rodajas de merluza fresca que compro algunas veces en la pescadería. A la merluza fresca siempre le tengo que poner una salsa de tomate para que sean más jugosas.
Casi siempre las frio en la sartén. También las puedes hacer en la freidora. Yo siempre las pongo sobre un trozo de papel de cocina para que le vaya chupando el aceite y no estén tan aceitosas.
Tiene un precio razonable. El último envase que compré me costó 2,79 euros.
