Esta mañana cuando levanté la persiana de mi tienda me encontré al pequeño Nicolás detrás del mostrador.
-Soy su nuevo empleado -me dijo sonriente-. Estoy aquí para vender flores, ropa barata y cortinas a medida de las ventanas.
-Bienvenido, Nicolás.
-No digas por ahí que me escondo en Tienda Coruña -me pidió-. Estoy negociando mi desnudo integral en Interviú.
-Una buena idea, niño.
-Me pagarán más que los de Telecinco.
-¿Y qué vas a hacer con tanto dinero?
-Abrir una cuenta bancaria en Suiza.
No hay duda, pensé, que este pequeño Nicolás es del PP. Razona como Bárcenas y compañia.
El pequeño Nicolás empezó a buscare clientes. Llamaba por teléfono a viejas jubiladas ofreciéndoles zapatos low cost.
-El primer par es gratis -les decía.
Todas las clientas pedían dos pares. El pequeño Nicolás les cobraba tres pares.
-No se darán cuenta de lo que pagan -me aseguró.