Mónaco se prepara para la boda de su soberano. Se casa Alberto con una chica mona, que están poniendo más mona con retoques y peluquería. Un buen vestido y el estilismo hacen milagros. La novia intenta parecerse a la suegra muerta. Lo tiene difícil. Grace siempre será Grace y la nadadora nunca estará a su altura pese a sus esfuerzos. La última noticia es que la novia quiere fugarse. Debe ser una mentira. Yo no creo que está chica sea tan tonta como para rechazar la alianza matrimonial de un hombre rico.