LO MEJOR DE BERUBY

miércoles, 24 de agosto de 2011

Boda de la Duquesa de Alba a los 85 años

 

Se casa la Duquesa de Alba a los 85 años con un hombre que podría ser su hijo. Hace bien. Esta mujer anciana, bien subvencionada por Bruselas y demás administraciones que dan dineros para la producción agraria, debe cumplir su última voluntad: casarse. Yo en su lugar haría lo mismo, pero no tengo la dicha de ser una duquesa millonaria.

No me imagino con 85 años dando un sí quiero. Ya podré darme con un canto en los dientes si tengo una habitación en una residencia de ancianos. Pero mucho me temo que ni eso. Yo con 85 años estaré pidiendo la eutanasia porque viviré sola, no tendré familia directa y el Estado no me proporcionará una cama en una residencia. Ni siquiera la Santa Madre Iglesia me alojará en uno de sus asilos. Eso sí, los que defienden el derecho a la vida seguirán manifestándose en Madrid bajo el auspicio de un sucesor de Rouco Varela.

Así es la vida: unos todos y otros nada. Dios ayuda a los ricos, les da dinero, les da felicidad, les da aplausos. A los pobres, en cambio, nos quita hasta el bocado de la boca. Dios es injusto. Tan injusto como la sociedad.

Me gustaría ver a todos los parados de Sevilla a las puertas del Palacio de la Duquesa pidiéndole la devolución del dinero que recibe en subvenciones del Estado. Allí había que ir a manifestarse. Allí había que ir a gritarles a los ricos de este país que muchos, por su maldita culpa, pasamos hambre.