LO MEJOR DE BERUBY

lunes, 5 de septiembre de 2011

El Rey otra vez operado

Dicen que nadie se libra de los males. Ricos, pobres, reyes o plebeyos estamos expuestos al sufrimiento. Pero las penas con pan son menos penas. En este caso, podemos decir que las penas se curan mejor cuando te puedes pagar una clínica privada, como don Juan Carlos, y no sufres las deficiencias de una sanidad tercermundista.
 
Don Juan Carlos puede pagarse un buen fisioterapeuta para su recuperación. Otros vemos morir de dolor a nuestros familiares, como yo estoy viendo a mi madre, por no poderles pagar unos masajes rehabilitadores. No es justo. Mi madre debería tener los mismos derechos que un rey. No los tiene. Es una ciudadana de segunda en este país de mierda.
 
Hoy estuve buscando información en Internet para hacerle yo la rehabilitación de una contractura cervical. Estoy furiosa. Indignada. Me plantaría ahora mismo ante la mismísima Zarzuela con una pancarta exigiendo la misma atención médica que recibe ese monarca heredero de Franco. Pero ni siquiera eso puedo hacer. Tengo que trabajar para vivir y no puedo permitirme indignarme en una plaza llena de indignados. A mí casa nadie trae comida gratis.