El Torre Do Deza Hotel & Spa de Lalín es un hotel que está ubicado en un polígono industrial, en concreto en el Parque Empresarial 2000. No es un hotel para ir a pasar unas vacaciones con la familia, pero te viene perfecto si vas a hacer alguna gestión al polígono industrial.
A nosotros nos fue muy fácil aparcar. Dejamos el coche justo delante del hotel en una pequeña zona de aparcamiento.
El hotel está más cuidado en sus interiores que en la fachada. No esperaba un hotel tan acogedor. Nosotros llevamos a las niñas y no se nos aburrieron nada. Pasaron muchas horas en una zona de hinchables para críos que había al lado de la recepción. Mi marido se sentaba en los sillones de recepción y veía a las niñas jugando mientras yo iba a mis reuniones de trabajo en una empresa del polígono industrial.
Nuestra habitación era inmensa. Parecía un piso sin tabiques de lo grande que era. Lo mismo puedo decir del armario. La decoración era muy minimalista, con predominio de colores blancos. Nos recibieron con unos bombones de bienvenida sobre la cama que mis hijas devoraron literalmente.
Tampoco nos faltó espacio en el cuarto de baño. Tenía bañera y ducha y un montón de cositas en el kit de aseo. Nos sobró champú, jabón, gel,...
Pero lo mejor era el spa. Podías pasar todo el tiempo que querías. Yo me llevaba mis toallas, pero te las daban, lo mismo que las chanclas. No era un spa grande. Lo que más me gustó fue su baño turco.
Recomiendo este hotel a la gente que vaya a hacer algún trabajo o gestión al Polígono Industrial de Lalín. Te queda perfecto. para aparcar no tienes ningún problema porque por la zona sobra sitio donde dejar el coche.
No es hotel caro y menos teniendo en cuenta que no te cobran ni un euro por el minibar, por ejemplo. Tampoco nos cobraron la conexión a Internet.
El desayuno era un buffet del montón. Mucha bollería industrial para mi gusto y el café no era gran cosa.
A nosotros nos fue muy fácil aparcar. Dejamos el coche justo delante del hotel en una pequeña zona de aparcamiento.
El hotel está más cuidado en sus interiores que en la fachada. No esperaba un hotel tan acogedor. Nosotros llevamos a las niñas y no se nos aburrieron nada. Pasaron muchas horas en una zona de hinchables para críos que había al lado de la recepción. Mi marido se sentaba en los sillones de recepción y veía a las niñas jugando mientras yo iba a mis reuniones de trabajo en una empresa del polígono industrial.
Nuestra habitación era inmensa. Parecía un piso sin tabiques de lo grande que era. Lo mismo puedo decir del armario. La decoración era muy minimalista, con predominio de colores blancos. Nos recibieron con unos bombones de bienvenida sobre la cama que mis hijas devoraron literalmente.
Tampoco nos faltó espacio en el cuarto de baño. Tenía bañera y ducha y un montón de cositas en el kit de aseo. Nos sobró champú, jabón, gel,...
Pero lo mejor era el spa. Podías pasar todo el tiempo que querías. Yo me llevaba mis toallas, pero te las daban, lo mismo que las chanclas. No era un spa grande. Lo que más me gustó fue su baño turco.
Recomiendo este hotel a la gente que vaya a hacer algún trabajo o gestión al Polígono Industrial de Lalín. Te queda perfecto. para aparcar no tienes ningún problema porque por la zona sobra sitio donde dejar el coche.
No es hotel caro y menos teniendo en cuenta que no te cobran ni un euro por el minibar, por ejemplo. Tampoco nos cobraron la conexión a Internet.
El desayuno era un buffet del montón. Mucha bollería industrial para mi gusto y el café no era gran cosa.
