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He descubierto en la casa de mi suegro la Cerveza 1906 Lata 33 cl Reserva Especial el otro día que fuimos a hacerle una visita con las niñas. Mi suegro tenía la despensa llena de latas. ¿Tan rica estaría? La probé y he de reconocer que tiene su gracia.
Es una cerveza de Estrella Galicia. Si te gusta esta marca de cerveza en su versión normal, apreciarás esta cerveza con un sabor mucho más acentuado. Es una cerveza que fabrican con maltas tostadas y lúpulos aromáticos que dejan en una especie de remojo hasta que la cerveza va cogiendo colorcito de vieja, como dice mi suegro.
Os la recomiendo. Lo que no os recomiendo es abusar de su consumo. Emborracha un montón. Bueno, a mí todas las cervezas me emborrachan más que el vino. Debo tener un estómago y una cabeza sensibles a las cervezas.
El envase es de cerveza antigua. No me gusta nada. Es una lata negra con una gran etiqueta de color blanco donde le dan un gran protagonismo al año 1906 y se olvidan de poner la marca. Parece que se avergüenzan de su marca. Eso está mal. Deberían estar orgullosos de llamarse Estrella Galicia. El envase seguro que fue concebido por un publicista que pensó en aumentar las ventas en todo el mercado nacional haciendo pensar a la gente que la cerveza que vendían como reserva especial era una reserva especial de cualquier marca de cerveza. Así vas por el lineal de las cervezas y le echas mano a esta cerveza vieja pensando que es la marca de tus amores. Los publicistas a veces no saben lo que hacen. Si es una cerveza de reserva Estrella Galicia hay que ponerlo bien claro en el envase. No iban a tener por ello menos ventas, al contrario.
Mi suegro no se fija en estas cosas. Ni siquiera sabía que estaba bebiendo una Estrella Galicia. Él miró lo de la Reserva Especial, le gusto la idea de la cerveza de reserva, metió a la cesta unas cuantas latas, las bebió, quedó enamorado y fue a por más. Le encontramos más latas de Cerveza 1906 Lata 33 cl Reserva Especial en la despensa de su cocina que tiene algún bar en su trastienda para los clientes.
Es una cerveza de Estrella Galicia. Si te gusta esta marca de cerveza en su versión normal, apreciarás esta cerveza con un sabor mucho más acentuado. Es una cerveza que fabrican con maltas tostadas y lúpulos aromáticos que dejan en una especie de remojo hasta que la cerveza va cogiendo colorcito de vieja, como dice mi suegro.
Os la recomiendo. Lo que no os recomiendo es abusar de su consumo. Emborracha un montón. Bueno, a mí todas las cervezas me emborrachan más que el vino. Debo tener un estómago y una cabeza sensibles a las cervezas.
El envase es de cerveza antigua. No me gusta nada. Es una lata negra con una gran etiqueta de color blanco donde le dan un gran protagonismo al año 1906 y se olvidan de poner la marca. Parece que se avergüenzan de su marca. Eso está mal. Deberían estar orgullosos de llamarse Estrella Galicia. El envase seguro que fue concebido por un publicista que pensó en aumentar las ventas en todo el mercado nacional haciendo pensar a la gente que la cerveza que vendían como reserva especial era una reserva especial de cualquier marca de cerveza. Así vas por el lineal de las cervezas y le echas mano a esta cerveza vieja pensando que es la marca de tus amores. Los publicistas a veces no saben lo que hacen. Si es una cerveza de reserva Estrella Galicia hay que ponerlo bien claro en el envase. No iban a tener por ello menos ventas, al contrario.
Mi suegro no se fija en estas cosas. Ni siquiera sabía que estaba bebiendo una Estrella Galicia. Él miró lo de la Reserva Especial, le gusto la idea de la cerveza de reserva, metió a la cesta unas cuantas latas, las bebió, quedó enamorado y fue a por más. Le encontramos más latas de Cerveza 1906 Lata 33 cl Reserva Especial en la despensa de su cocina que tiene algún bar en su trastienda para los clientes.
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No me acaba de gustar la botella de la Agua Fontecelta Quality. Es una botella rarita a la que le estoy cogiendo manía. La sigo comprando porque es una agua que le gusta mucho a mi chico. A los maridos hay que tenerlos contentos. Por eso sigue siendo una agua habitual de mi cesta de la compra. Si hiciera caso a lo que detesto su envase, no la compraría.
La botella es con forma de botella de vino y acaba en un cuello estilizado coronado por un tapón que parece levantarse como un sombrero. Es odiosa. La etiqueta pone el nombre de la marca, un escudo, la enseña quality para que no te olvides de que tienes en tus manos una botella con agua de calidad y han escrito también el año 1903. Muchos años llevan estos de Fontecelta embotellando agua. Tienen a bien recordarnos lo mucho que han trabajado para los clientes.
No es de las aguas baratitas. Cuesta la botella 57 céntimos. Tampoco es de las aguas más caras. Pero yo no pagaría por esta botella más que lo que pago por una agua de marca blanca. No encuentro en su sabor una diferencia que justifique el mayor precio. Mi marido dice que no la aprecio porque no me gusta su botella. Puede ser. Pero no. Un día la sirvió en una jarra sin decirme qué agua era y la reconocí como Agua Fontecelta Quality. Y os aseguro que su sabor no me merecía un mayor precio.
Ni la recomiendo ni la dejo de recomendar. Para gustos colores y para gustos aguas minerales. Yo aprecio mucho las aguas de distribuidor. Igual son de Fontecelta algunas, pero me gusta su sabor a agua de fuente.
La semana pasada compré la Agua Fontecelta Quality con oferta. Tenía un descuento de un cincuenta por ciento en la segunda unidad. Aproveché para llevarle a mi amor cuatro botellas. Pronto las acaba él solo. A las niñas les pasa como a mí: no les gusta la Agua Fontecelta Quality.
La botella es con forma de botella de vino y acaba en un cuello estilizado coronado por un tapón que parece levantarse como un sombrero. Es odiosa. La etiqueta pone el nombre de la marca, un escudo, la enseña quality para que no te olvides de que tienes en tus manos una botella con agua de calidad y han escrito también el año 1903. Muchos años llevan estos de Fontecelta embotellando agua. Tienen a bien recordarnos lo mucho que han trabajado para los clientes.
No es de las aguas baratitas. Cuesta la botella 57 céntimos. Tampoco es de las aguas más caras. Pero yo no pagaría por esta botella más que lo que pago por una agua de marca blanca. No encuentro en su sabor una diferencia que justifique el mayor precio. Mi marido dice que no la aprecio porque no me gusta su botella. Puede ser. Pero no. Un día la sirvió en una jarra sin decirme qué agua era y la reconocí como Agua Fontecelta Quality. Y os aseguro que su sabor no me merecía un mayor precio.
Ni la recomiendo ni la dejo de recomendar. Para gustos colores y para gustos aguas minerales. Yo aprecio mucho las aguas de distribuidor. Igual son de Fontecelta algunas, pero me gusta su sabor a agua de fuente.
La semana pasada compré la Agua Fontecelta Quality con oferta. Tenía un descuento de un cincuenta por ciento en la segunda unidad. Aproveché para llevarle a mi amor cuatro botellas. Pronto las acaba él solo. A las niñas les pasa como a mí: no les gusta la Agua Fontecelta Quality.