Hoy he sacado de mi fondo de armario mi gabardina para días de lluvia en La Coruña. Es una monada. Mi marido casi me pide el divorcio cuando le conté que me había costado 71 euros. Dijo que estaba loca. No es que le pareciera que la gabardina no valiese todo su precio. Es que quería que fuera a las gabardinas de saldo como hace mi suegra.
Yo compro prendas de calidad. Quería una gabardina que me durase varios inviernos. También buscaba una gabardina más cortita. Las gabardinas largas me resultan muy engorrosas. Soy una mujer de andar corriendo. Le quito tiempo al tiempo. Si fuera de paseo por la calle, me iría bien la gabardina larga.
Muchas amigas me han preguntado dónde la he comprado. Les digo que no es de las gabardinas baratitas. No les importa el precio. No me extraña: la gabardina te enamora nada más verla. Cuando la probé me enamoré todavía más. Me queda como un guante. Es una gabardina que no pesa, no aprieta y tiene un color cremita muy lindo. Tenía que ser mía.
Así fue. Saqué la tarjeta Oro Visa y me la compré. La merezco. Y me queda ideal. Me veo más joven con ella. Yo creo que es por el tamaño. Las gabardinas cortas rejuvenecen a una. Te dejo el link totalmente gratis para que mires sus fotos y hagas tu pedido. Te lo envían a casita sin gastos de envío.