Ha de aplicarse por las mañanas, con la cara lavada repartiéndose uniformemente por las zonas a tratar y con la espátula que incluye. Los precios varían mucho dependiendo de donde miremos; en "Strawberry" por ejemplo está por unos 135 euros pero en otras tiendas online la puedes encontrar por poco más de 80 euros. Esta "abeja real" cuenta con una versión de noche, unos 10 euros más cara que la de día y una crema de 15 ml., para los ojos.
Si en los perfumes la estética del frasco tiene su importancia, en los tarros de crema este aspecto se deja un poco de lado. Sin embargo, aquí sí se ha cuidado la confección del frasco. Como vemos, tiene la forma de un panal de abejas con cinco lados. El tapón es a rosca y en dorado, teniendo arriba el dibujo de una pequeña abeja. Muy bonito sí pero tiene un pequeño "pero" y es que cuando ya lo estás acabando quedan restos por las esquinas del frasco difíciles de aprovechar.
La cantidad es de 50 ml., lo corriente en las cremas faciales. Tiene un olor muy agradable y sutil, como a rosas pero más no puedo decir. Es muy hidratante, de color blanca y se extiende perfectamente por toda la cara, pudiéndose dar por el cuello también. Si estás buscando una crema especialmente densa, en ésta no la vas a encontrar. Eso no quiere decir que no funcione. Los efectos no es que se vean de un día para otro pero son visibles. Como no podía ser de otra manera, esta crema está formulada con concetrados activos de abeja. Está especialmente indicada para pieles normales, ayudando a tener un aspecto más joven en la lucha contra las arrugas y los signos de la edad. Por lo que ofrece y por el precio, la recomiendo.
