La Crema balsámica Borges es uno de mis trucos para hacer comestible a mis hijas alguna comida que no les gusta mucho, pero que deben tomar. Con una buena dosis de Crema balsámica Borges encima de unas verduras hervidas con patatas cocidas vacían el plato. No todas las variedades les gustan igual. La variedad que más les gusta de esta crema que encuentras a vender en muchos supermercados es la de frambuesa.
Yo, en cambio, prefiero la variedad de manzana. me encanta ponérsela al pan, sobre todo cuando es pan del día anterior porque no me ha apetecido bajar a comprar pan fresco a la panadería. La Crema balsámica Borges la venden en tres variedades: la de frambuesa que les encanta a mis hijas, la de manzana que es mi favorita y una que llaman Módena y que no gusta mucho en mi casa. Por eso siempre compro la Crema balsámica Borges en sus variedades de manzana y de frambuesa.
Nos cunde bastante. La venden en botellas de plástico con forma ovalada más ancha en su base. Casa unidad cuesta 2,99 euros. No es nada barata. Yo tuve la suerte la semana pasada de encontrarla en una oferta de la segunda unidad a mitad de precio. Aproveché para llevar dos envases.
El envase no me gusta ni me disgusta. No es de esos envases que se aguanten sobre el tapón. Casi lo prefiero. Las cosas tienen que colocarse en su derecho para que no acaben desparramándose por la despensa. Nunca la meto en la nevera. No hace falta. La tengo en una fresquera que me agencié para mi cocina. Hay que ahorrar electricidad. Prefiero tener una nevera pequeña con lo que necesita de verdad frío para su conservación y meter los otros alimentos en una fresquera que no necesita energía.
Os recomiendo la Crema balsámica Borges. No será muy sana, pero no mata a nadie. Tomando este tipo de cremas con moderación no perjudicas tu salud y ganas tiempo porque no las tienes que preparar en tu casa.
Yo, en cambio, prefiero la variedad de manzana. me encanta ponérsela al pan, sobre todo cuando es pan del día anterior porque no me ha apetecido bajar a comprar pan fresco a la panadería. La Crema balsámica Borges la venden en tres variedades: la de frambuesa que les encanta a mis hijas, la de manzana que es mi favorita y una que llaman Módena y que no gusta mucho en mi casa. Por eso siempre compro la Crema balsámica Borges en sus variedades de manzana y de frambuesa.
Nos cunde bastante. La venden en botellas de plástico con forma ovalada más ancha en su base. Casa unidad cuesta 2,99 euros. No es nada barata. Yo tuve la suerte la semana pasada de encontrarla en una oferta de la segunda unidad a mitad de precio. Aproveché para llevar dos envases.
El envase no me gusta ni me disgusta. No es de esos envases que se aguanten sobre el tapón. Casi lo prefiero. Las cosas tienen que colocarse en su derecho para que no acaben desparramándose por la despensa. Nunca la meto en la nevera. No hace falta. La tengo en una fresquera que me agencié para mi cocina. Hay que ahorrar electricidad. Prefiero tener una nevera pequeña con lo que necesita de verdad frío para su conservación y meter los otros alimentos en una fresquera que no necesita energía.
Os recomiendo la Crema balsámica Borges. No será muy sana, pero no mata a nadie. Tomando este tipo de cremas con moderación no perjudicas tu salud y ganas tiempo porque no las tienes que preparar en tu casa.