Esta noche vuelvo a estrenar
la lencería roja de mi luna de miel.
Es un conjunto rojo apasionado
de braguita corta y largo sostén.
Todavía huele tan a nuevo
como el día en que lo compré.
Las puntillas aguantaron lavados.
El color aún no se fue.
Mi marido era casi adolescente.
Yo era la Reina de las Discotecas.
Quedamos tan solos
que fuimos al huerto
y acabamos juntos
en Cancún sonriendo.
No sigo contando las intimidades
para que tú entres en el link de abajo
y vivas tus noches de luna de miel
siguiendo mi ejemplo,
si quieres, mujer.