Me tiene enamorada mi nuevo reloj inteligente. Es el Honor Watch ES, un reloj con una gran pantalla y una autonomía mayor que la de otros relojes inteligentes de la competencia. La batería me está durando unos diez días. Su carga es bastante rápida. En media hora la tengo al setenta por cien de carga.
En cuanto a su diseño, la pantalla tiene forma rectangular. Casi lo prefiero. Noto que me queda más bonita en la mano que las pantallas redondas de otros relojes. No lo siento pesado. Sin correa pesa 21 gramos. La correa poco más peso le pone. Puedo trabajar con este reloj puesto sin que me canse la mano.
Lo que sí me ha cansado es el bolsillo. Me costó 99,9 euros. Fue un capricho que me di. No le conté a mi marido el precio. Los precios de los caprichos no se los suelo decir para que mi matrimonio siga funcionando tan bien como este reloj inteligente.
Es casi una inversión. El panel AMOLED del Honor Watch ES no te deja indiferente con su gran superficie de 1,64 pulgadas, resolución de 280 x 456 píxeles (326 PPP de densidad), dispone de brillo automático y aprovecha muy bien la superficie del frontal. La única pequeña desventaja que le encuentro al panel es que cuando le da el sol tienes dificultades para leerlo. Nada es perfecto.
Su respuesta táctil no defrauda. Lo tocas y responde. Tapas la pantalla con la mano y se apaga. Es bueno tener la pantalla apagada para que la batería le dure todavía más. Lo tengo comprobado.
Espero revenderlo cuando me canse de él. A mí me va mucho cambiar. Por eso utilizo, revendo y compro nuevos productos.
Ha sido fabricado con plástico, silicona en la cadena y cristal endurecido recubriendo la pantalla. Como os dije, la pantalla tiene forma rectángula. Queda bonita en cualquier muñeca. No se ve grandota.
Os lo recomiendo. La pantalla es tan grande que apenas queda un milímetro para el marco negro del reloj. La caja es de policarbonato y en la parte baja, construida en plástico, se pueden ver los sensores de ritmo cardíaco y de SpO2 además de los dos 'pines' de carga. El smartwatch se une a su base por magnetismo. Tecnología punta.
A mí me parece un smartwatch pensado para personas que no somos muy deportistas. Mi marido, más deportista que servidora, dice que para él no vale. Le falta un registro pormenorizado, sí que deseen obtener un completo informe de cada práctica deportiva. Eso en lo referente a los registros al aire libre. El Honor Watch ES no defrauda a nadie en el resto de práctica: es compatible con 95 modos de entrenamiento. Va completito.
En cuanto a su diseño, la pantalla tiene forma rectangular. Casi lo prefiero. Noto que me queda más bonita en la mano que las pantallas redondas de otros relojes. No lo siento pesado. Sin correa pesa 21 gramos. La correa poco más peso le pone. Puedo trabajar con este reloj puesto sin que me canse la mano.
Lo que sí me ha cansado es el bolsillo. Me costó 99,9 euros. Fue un capricho que me di. No le conté a mi marido el precio. Los precios de los caprichos no se los suelo decir para que mi matrimonio siga funcionando tan bien como este reloj inteligente.
Es casi una inversión. El panel AMOLED del Honor Watch ES no te deja indiferente con su gran superficie de 1,64 pulgadas, resolución de 280 x 456 píxeles (326 PPP de densidad), dispone de brillo automático y aprovecha muy bien la superficie del frontal. La única pequeña desventaja que le encuentro al panel es que cuando le da el sol tienes dificultades para leerlo. Nada es perfecto.
Su respuesta táctil no defrauda. Lo tocas y responde. Tapas la pantalla con la mano y se apaga. Es bueno tener la pantalla apagada para que la batería le dure todavía más. Lo tengo comprobado.
Espero revenderlo cuando me canse de él. A mí me va mucho cambiar. Por eso utilizo, revendo y compro nuevos productos.
Ha sido fabricado con plástico, silicona en la cadena y cristal endurecido recubriendo la pantalla. Como os dije, la pantalla tiene forma rectángula. Queda bonita en cualquier muñeca. No se ve grandota.
Os lo recomiendo. La pantalla es tan grande que apenas queda un milímetro para el marco negro del reloj. La caja es de policarbonato y en la parte baja, construida en plástico, se pueden ver los sensores de ritmo cardíaco y de SpO2 además de los dos 'pines' de carga. El smartwatch se une a su base por magnetismo. Tecnología punta.
A mí me parece un smartwatch pensado para personas que no somos muy deportistas. Mi marido, más deportista que servidora, dice que para él no vale. Le falta un registro pormenorizado, sí que deseen obtener un completo informe de cada práctica deportiva. Eso en lo referente a los registros al aire libre. El Honor Watch ES no defrauda a nadie en el resto de práctica: es compatible con 95 modos de entrenamiento. Va completito.
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