La CasualPlay Beat Fix fue la silla para bebés para el coche que mejor resultado me ha dado. Tengo dos, una para cada niña, y las sigo utilizando porque se pueden usar hasta que el niño o niña tiene siete años. No son para bebés chiquitines. Están indicadas para bebés de más de 9 meses y te valen, como he dicho, hasta que cumplen unos siete años.
Su instalación en el asiento del coche es sencilla. La comodidad para los niños es total porque la puedes poner en cinco posiciones de inclinación. También puedes regular su altura hasta en tres posiciones para adaptar la silla al tamaño del niño. El cabezal es ajustable.
Es una silla acolchada que tiene arnés de seguridad de cinco puntos con una hebilla antivibración nada fácil para abrir por las manitas de los más pequeños de la casa. La silla tiene un peso de unos 9 kilos.
La venden en varios colores. Las mías son color berenjena. También las había en negro, gris y verde militar.
Es una silla resistente, con sus almohadillas de protección y arneses de seguridad. Su diseño es funcional, ergonómico y pensando en todo momento para proteger al niño en caso de impacto del coche.
Estas sillas les resultan comodísimas a mis hijas. Duermen como benditas en el coche cuando vamos de viaje nada más ponerles las sillas con la inclinación suficiente para que vayan como en camitas.
La única desventaja que le encuentro a esta silla es lo difícil que me resulta soltar a las niñas. Después de romperme dos uñas en una ocasión, si va mi pareja dejo que sea él quien se encargue de quitar a mis dos tesoros de las sillitas.
En cuanto a su limpieza es sencilla. La desenfundas y la lavas. Queda limpia como una patena. Yo suelo lavarle las fundas todas las semanas. No noto que hayan perdido su color berenjena original.
Otra desventaja es su precio. Pagué por cada silla 180 euros. Son caras, pero vale la pena pagar eso y más porque son las sillas más seguras que hay en el mercado. Además, acabas amortizando ese dinero porque te valen hasta que los niños cumplen siete años.
Su instalación en el asiento del coche es sencilla. La comodidad para los niños es total porque la puedes poner en cinco posiciones de inclinación. También puedes regular su altura hasta en tres posiciones para adaptar la silla al tamaño del niño. El cabezal es ajustable.
Es una silla acolchada que tiene arnés de seguridad de cinco puntos con una hebilla antivibración nada fácil para abrir por las manitas de los más pequeños de la casa. La silla tiene un peso de unos 9 kilos.
La venden en varios colores. Las mías son color berenjena. También las había en negro, gris y verde militar.
Es una silla resistente, con sus almohadillas de protección y arneses de seguridad. Su diseño es funcional, ergonómico y pensando en todo momento para proteger al niño en caso de impacto del coche.
Estas sillas les resultan comodísimas a mis hijas. Duermen como benditas en el coche cuando vamos de viaje nada más ponerles las sillas con la inclinación suficiente para que vayan como en camitas.
La única desventaja que le encuentro a esta silla es lo difícil que me resulta soltar a las niñas. Después de romperme dos uñas en una ocasión, si va mi pareja dejo que sea él quien se encargue de quitar a mis dos tesoros de las sillitas.
En cuanto a su limpieza es sencilla. La desenfundas y la lavas. Queda limpia como una patena. Yo suelo lavarle las fundas todas las semanas. No noto que hayan perdido su color berenjena original.
Otra desventaja es su precio. Pagué por cada silla 180 euros. Son caras, pero vale la pena pagar eso y más porque son las sillas más seguras que hay en el mercado. Además, acabas amortizando ese dinero porque te valen hasta que los niños cumplen siete años.
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