Las Cuétara Napolitanas están para chuparse los dedos. Son unas galletitas delgadas con forma rectángular que saben a canela y vienen espolvoreadas con un poquito de azúcar por encima.
Son unas galletas que sacian. tanto para desayunar como para picar entre horas cuando estoy en casa. También las sirvo a modo de pastas cuando no tengo otra cosa. Siempre te hacen quedar bien porque gustan a todo el mundo.
Las compro siempre en cajas de 500 gramos. Me cuestan a 1,70 euros. Me parece que tienen un precio razonable dado el renombre de la marca y la calidad de las galletas.
Son unas galletas muy sabrosas que encuentras dulces, pero no dulzonas. La canela les da su sabor característico.
La única desventaja que les encuentro es que engordan una barbaridad. No puedes utilizarlas mucho para saciarte porque enseguida te pasan factura en la báscula.
En mi casa nunca faltan porque, como os dijo, siempre recurro mucho a ellas cuando se me acaban las pastas de té y tengo visita. Son unas galletas muy sabrosas tanto para mojar en una infusión como para mojar en el café. Mi madre las moja en el chocolate cuando no tiene churros en casa.
Lo que debes es comerlas pronto. No son unas galletas que aguanten mucho tiempo en casa sin ponerse blandas, sobre todo si no las guardas en un sitio sin humedades. En mi cocina las tienes blandas en una semana. Por eso siempre las guardo en un pequeño mueble del salón que es donde guardo todas las cajas de galletas, bombones y pastas. Blanditas estas galletas pierden sabor.
Son unas galletas que sacian. tanto para desayunar como para picar entre horas cuando estoy en casa. También las sirvo a modo de pastas cuando no tengo otra cosa. Siempre te hacen quedar bien porque gustan a todo el mundo.
Las compro siempre en cajas de 500 gramos. Me cuestan a 1,70 euros. Me parece que tienen un precio razonable dado el renombre de la marca y la calidad de las galletas.
Son unas galletas muy sabrosas que encuentras dulces, pero no dulzonas. La canela les da su sabor característico.
La única desventaja que les encuentro es que engordan una barbaridad. No puedes utilizarlas mucho para saciarte porque enseguida te pasan factura en la báscula.
En mi casa nunca faltan porque, como os dijo, siempre recurro mucho a ellas cuando se me acaban las pastas de té y tengo visita. Son unas galletas muy sabrosas tanto para mojar en una infusión como para mojar en el café. Mi madre las moja en el chocolate cuando no tiene churros en casa.
Lo que debes es comerlas pronto. No son unas galletas que aguanten mucho tiempo en casa sin ponerse blandas, sobre todo si no las guardas en un sitio sin humedades. En mi cocina las tienes blandas en una semana. Por eso siempre las guardo en un pequeño mueble del salón que es donde guardo todas las cajas de galletas, bombones y pastas. Blanditas estas galletas pierden sabor.
-------------------
