Prostitución de menores y cohecho son los delitos cometidos presuntamente por Berlusconi. Todos sabían que el primer ministro italiano tenía debilidad por las jovencitas de pago y llenaba sus fiestas privadas de casi niñas. Es ahora cuando la Justicia parece que le va echar el guante a este viejo que se saca años a golpe de bisturí y crecepelo.
¿Sería posible que en España tuviéramos semejante presidente de Gobierno? Dicen que no. Lo más estridente que tuvimos en política estuvo hace años en el ayuntamiento de Marbella. Pero ni siquiera Gil y Gil es comparable a Berlusconi. El italiano deja corto hasta al Presidente cántabro, muy dado a regalar anchoas y dejar frases que generan titulares fáciles en manos de los periodistas.
A Berlusconi le gusta el pecado. No importa que a su lado esté el Vaticano con todas sus sotanas. Todo se lo perdonan. Es un vecino de derechas que le viene bien al Papa Benedicto porque, lo crean o no, este hombre defiende a la familia tradicional. No sabemos si las tres Magistradas que lo van a juzgar lo absolverán o lo declararán culpable del delito de prostitución de menores por haber tenido relaciones sexuales con una Ruby niña. Todo es posible, pero no es probable que el dinero no tiene a las juezas a ser benevolentes con el viejo verde que gobierna los destinos de Italia, gracias a los votos de sus partidarios.
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TAROT
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