Esta semana le hice el tercer arreglo a la Caldera de condensación de gas natural Thelia 25, una caldera que me salió mala malísima. Yo ya no quería comprarla, pero a mi chico le iba mal si no metía en la cocina otra caldera. Empezó a decir que la dichosa Caldera de condensación de gas natural Thelia 25 calentaba 150 metros cuadrados de piso y hubo que dejarlo en su afán de sacarnos de la pobreza energética.
Lo cierto es que pasamos de la pobreza energética a la pobreza económica. Pagué el pasado jueves 150 euros por un arreglo de la caldera. No saben lo que le pasa. Yo lo que sé es que para el año la saco de mi cocina aunque me cueste un divorcio. Los 1490 euros que pagamos no los amortizo ni de broma. Más bien los incremento con el coste de las reformas.
Encima es una caldera bastante trasto. Mide 41,8 x 74 x 30 centímetros. Tiene un caudal de 13 l/minuto. Su potencia es de 19,1 kw. La potencia ACS es de 25,2 kw, es decir, algo así como una ducha y gracias.
Lo único bueno que puedo decir es que en 48 horas la tenía instalada en mi cocina. Se llevaron el aparato antiguo. Mi chico quería ponerla en otro sitio de la cocina. Me negué. Si cambiaba la ubicación me cobraban la instalación. Una siempre mira la letra pequeña antes de dejarse llevar por los deseos del esposo. Los maridos no saben llevar una economía familiar.
Como os decía, no os la recomiendo. Tal vez a ti te salga bien, pero a mí me salió horrible. La chica de la tienda nos empezó a decir que la instalación era gratuita, fontanería gratis, el rollo del gas y la electricidad también, el kit de la salida de humos también gratis y para acabar las ventajas perfectas nos vino con la explicación del certificado de la explicación. No faltaban ventajas. Hasta nos regalaban un termostato modulante WiFi VSMART, valorado en 190 euros. Mi marido se volvió loco con el regalo. Las consecuencias son las que son: una caldera que está al final de su vida útil nada más estrenarla.
Lo cierto es que pasamos de la pobreza energética a la pobreza económica. Pagué el pasado jueves 150 euros por un arreglo de la caldera. No saben lo que le pasa. Yo lo que sé es que para el año la saco de mi cocina aunque me cueste un divorcio. Los 1490 euros que pagamos no los amortizo ni de broma. Más bien los incremento con el coste de las reformas.
Encima es una caldera bastante trasto. Mide 41,8 x 74 x 30 centímetros. Tiene un caudal de 13 l/minuto. Su potencia es de 19,1 kw. La potencia ACS es de 25,2 kw, es decir, algo así como una ducha y gracias.
Lo único bueno que puedo decir es que en 48 horas la tenía instalada en mi cocina. Se llevaron el aparato antiguo. Mi chico quería ponerla en otro sitio de la cocina. Me negué. Si cambiaba la ubicación me cobraban la instalación. Una siempre mira la letra pequeña antes de dejarse llevar por los deseos del esposo. Los maridos no saben llevar una economía familiar.
Como os decía, no os la recomiendo. Tal vez a ti te salga bien, pero a mí me salió horrible. La chica de la tienda nos empezó a decir que la instalación era gratuita, fontanería gratis, el rollo del gas y la electricidad también, el kit de la salida de humos también gratis y para acabar las ventajas perfectas nos vino con la explicación del certificado de la explicación. No faltaban ventajas. Hasta nos regalaban un termostato modulante WiFi VSMART, valorado en 190 euros. Mi marido se volvió loco con el regalo. Las consecuencias son las que son: una caldera que está al final de su vida útil nada más estrenarla.
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